A esperas de hacerme con una copia física de este nuevo EP que acaba de ver la luz, el tercero desde sus inicios en 2004, me hallo escuchando a todo volumen los siete trallazos que lo componen: “The Chainsaw Memories”, de los sevillanos Purulent Necropsys.
Y es que habiendo escuchado muestras de audio de sus anteriores trabajos, canciones mucho más crudas en composición y sonido, y sobre todo, viéndoles en varias ocasiones en su ciudad, creo que este producto les hace justicia. Ha sido grabado, mezclado y masterizado entre Junio y Septiembre de este 2013, y rematado con una portada que deja entrever con sutilidad su contenido, con un acabado tan cuidado y elegante como su interior.
“The Chainsaw Memories” comienza, como no podía ser de otra manera, con el llanto agonizante de una mujer, acompañado del sonido de una motosierra con su punto justo de óxido. Esto, acompañado de un fondo de colchón de graves y de los colores ocres de la cubierta añaden un cierto regusto setentero hooperiano que introduce suavemente el cañonazo “The Plague”, el primero de varios que llevaban meses incluyendo en sus directos, y que es una revisión actual del “The 6th Plague” que incluyeron en su anterior demo “Creature Necrophagous”, bajada de tono y con un acabado mucho más potente. Tal vez algo más lineal que los siguientes, nos introduce contundentemente en su música: predominan las guitarras machaconas, crudas, chillonas y a la vez gruesas y saturadas, acompañadas de una batería muy nítida, con dobles bombos y caja precisos, platerío y timbales bien paneados, y por un bajo que aunque no queda definido mantiene sus líneas en segundo plano dando solidez al conjunto. Las voces sorprenden por su variedad de registros: graves saturados y chillidos desgarrados con pasmoso equilibrio.
“Repulsion” abre con furia, repartiendo metralla y recordando a más de uno la esencia de Purulent Necropsys sobre los escenarios. Riffsal más puro death metal llenos de cortes, guitarras contundentes y algún arreglo ocasional, tupas y blast beats se funden con armónicos chirriantes en temas directos a la cara, como sus apariciones en vivo. Pero esta vez con un sonido fiel a su evolución: temas más cuadrados, coherentes, que recuerdan al death old schoolcon un sonido más fresco. Las guitarras siguen bien podridas, pero la batería, muy definida y muy al frente, da ese toque más moderno, una producción y volumen dignos de esta década que está comenzando.
Los temas son variados, y aunque mantienen su línea de metralla de dobles bombos y cabeceos, dan al oyente una sensación de necesidad: cada vez quieres más. Destaca “Death To All Faith” por su variedad o “Pure Hate”, un trallazo vieja escuela que hará las delicias de los amantes del género. Encontramos Death Metal podrido, oscuro, con la antigua esencia, aderezado con algún toque grind.
Tal vez hubiera dado más color al conjunto armonizar alguna guitarra en algún pasaje o arreglo, ya que algunos detalles técnicos lo piden, aunque sin embargo con el acabado crudo en el sonido y a pesar de los cambios de formación sufridos a última hora, estos cuatro sevillanos han sabido resolver la papeleta con creces.
El EP termina con el bonus “El Pantano”, con intro de motosierra incluída (brutal la rana). Quizás es el tema más grinder de los siete que componen este homenaje a la sierra eléctrica, a las películas de terror de serie b y al death metal primigenio: un suspiro de metralla y agresividad que pone la guinda a este trabajo que llevábamos meses esperando.
Y es que habiendo escuchado muestras de audio de sus anteriores trabajos, canciones mucho más crudas en composición y sonido, y sobre todo, viéndoles en varias ocasiones en su ciudad, creo que este producto les hace justicia. Ha sido grabado, mezclado y masterizado entre Junio y Septiembre de este 2013, y rematado con una portada que deja entrever con sutilidad su contenido, con un acabado tan cuidado y elegante como su interior.
“The Chainsaw Memories” comienza, como no podía ser de otra manera, con el llanto agonizante de una mujer, acompañado del sonido de una motosierra con su punto justo de óxido. Esto, acompañado de un fondo de colchón de graves y de los colores ocres de la cubierta añaden un cierto regusto setentero hooperiano que introduce suavemente el cañonazo “The Plague”, el primero de varios que llevaban meses incluyendo en sus directos, y que es una revisión actual del “The 6th Plague” que incluyeron en su anterior demo “Creature Necrophagous”, bajada de tono y con un acabado mucho más potente. Tal vez algo más lineal que los siguientes, nos introduce contundentemente en su música: predominan las guitarras machaconas, crudas, chillonas y a la vez gruesas y saturadas, acompañadas de una batería muy nítida, con dobles bombos y caja precisos, platerío y timbales bien paneados, y por un bajo que aunque no queda definido mantiene sus líneas en segundo plano dando solidez al conjunto. Las voces sorprenden por su variedad de registros: graves saturados y chillidos desgarrados con pasmoso equilibrio.
“Repulsion” abre con furia, repartiendo metralla y recordando a más de uno la esencia de Purulent Necropsys sobre los escenarios. Riffsal más puro death metal llenos de cortes, guitarras contundentes y algún arreglo ocasional, tupas y blast beats se funden con armónicos chirriantes en temas directos a la cara, como sus apariciones en vivo. Pero esta vez con un sonido fiel a su evolución: temas más cuadrados, coherentes, que recuerdan al death old schoolcon un sonido más fresco. Las guitarras siguen bien podridas, pero la batería, muy definida y muy al frente, da ese toque más moderno, una producción y volumen dignos de esta década que está comenzando.
Los temas son variados, y aunque mantienen su línea de metralla de dobles bombos y cabeceos, dan al oyente una sensación de necesidad: cada vez quieres más. Destaca “Death To All Faith” por su variedad o “Pure Hate”, un trallazo vieja escuela que hará las delicias de los amantes del género. Encontramos Death Metal podrido, oscuro, con la antigua esencia, aderezado con algún toque grind.
Tal vez hubiera dado más color al conjunto armonizar alguna guitarra en algún pasaje o arreglo, ya que algunos detalles técnicos lo piden, aunque sin embargo con el acabado crudo en el sonido y a pesar de los cambios de formación sufridos a última hora, estos cuatro sevillanos han sabido resolver la papeleta con creces.
El EP termina con el bonus “El Pantano”, con intro de motosierra incluída (brutal la rana). Quizás es el tema más grinder de los siete que componen este homenaje a la sierra eléctrica, a las películas de terror de serie b y al death metal primigenio: un suspiro de metralla y agresividad que pone la guinda a este trabajo que llevábamos meses esperando.
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